Desde que tenía un año se lo entregaban para que estuviera calladita, sin ser conscientes del mal que le estaban causando.
Actualmente es normal ver que muchos padres encontraron un gran aliado en los celulares para que sus bebés no lloren, se calmen, se distraigan o simplemente se entretengan. El caso de la bebé, ocurrido en China, es una muestra de los peligros a los que se exponen los más pequeños cuando el tiempo frente a los aparatos no es regulado.
El diario Daily Mail reportó
que a la menor le daban un smartphone durante varias horas al día desde que tenía un año, sin preocuparse por el daño que le estaban ocasionando. Después de mucho tiempo empezaron a notar que ella miraba de forma extraña y que fruncía constantemente el ceño.
El dictamen del oculista no podría ser otro: la niña, con apenas 2 años, ya sufría miopía severa, una condición irreversible y que puede ser peor con el paso del tiempo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés menores de un año no sean expuestos a este tipo de pantallas y que los niños de entre dos y cuatro años no deben tener más de una hora de "tiempo de pantalla sedentario" cada día. Limitar, y en algunos casos eliminar el tiempo de pantalla para niños menores de cinco años dará como resultado “adultos más saludables”.
Updated: junio 15, 2019 12:41 p. m.