La capacidad de las UCI ya llegó al 53,6% en la capital por cuenta del COVID-19, una cifra que, según Alejandro Gómez, “nos la habíamos puesto como una línea roja, que al momento de cruzarla teníamos que tomar medidas más fuertes, más enérgicas en materia de lo que debe ser el manejo de las unidades”.
En Bogotá, de las 722 camas destinadas a víctimas de la pandemia, 366 ya están ocupadas, lo que quiere decir que solo hay disponibilidad de 356.
Por eso el Distrito será radical frente a las EPS en el tema de la asignación de camas para pacientes con coronavirus .
“Las unidades de cuidados intensivos hasta esta fecha, la persona que utiliza una UCI es autorizada por una EPS para que vaya a esa UCI, pero a partir de este momento la autorización de la EPS no es necesaria. Desde el centro regulador de urgencias y emergencias recibiremos la totalidad de las necesidades de UCI que nos lleguen de todas las clínicas y hospitales de la ciudad y determinaremos a qué UCI debe ir ese paciente, sin que haya necesariamente un contrato entre la EPS de ese paciente y la clínica. Debe ir a la clínica que esté más cerca y que tenga UCI”, explicó el secretario Gómez.
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La capital registra más de 14 mil casos de contagio, lo que conlleva a que las autoridades también anuncien sanciones y procesos para quienes no cumplan con el aislamiento, más si están enfermos, por lo que pagarían entre 4 y 8 años de cárcel.
“A partir de este momento en qué cambia el nivel de alerta de la ciudad: la responsabilidad de la persona positiva para con su salud y con la salud comunitaria la vamos a hacer prevalecer y las personas que no acaten esa norma se harán sujetas incluso a procesos sancionatorios”, recalcó el funcionario.
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La Alcaldía de Bogotá monitoreará el comportamiento en la ciudad. Dependiendo del resultado se darán a conocer las nuevas medidas.