La operación permitió que Paul Robinson, quien tras una lesión de columna había quedado paralizado, pudiera hacer acciones como llevarse un vaso a la boca.
Según los expertos, el trasplante de nervios es una especie de reconfiguración de ese complejo sistema para recuperar la autonomía en los movimientos.
Hasta hace poco llevarse un sorbo de agua a la boca le era imposible a Paul Robinson, un hombre australiano que quedó paralizado tras una lesión en la columna que impide que los mensajes que envía su cerebro al cuerpo provoquen una reacción.
Sin embargo, su vida cambió gracias a una cirugía realizada en Melbourne, que permitió que sus nervios fueran reconfigurados para devolverle movimiento a sus brazos y manos.
La operación se llama transferencia de nervios.
Según cirujanos en Australia, la técnica consiste en aprovechar los nervios que funcionan, cortarlos y luego unirlos a los nervios que controlan otros músculos, permitiendo así extender el brazo o abrir y cerrar la mano.
Por lo pronto, se ha realizado la cirugía a cuatro personas que poco a poco han venido recobrando algo de movilidad y de independencia.
Updated: julio 05, 2019 03:57 p. m.