El examen consiste en el análisis de una zona de los genes que actúa como reloj interno y que proporciona una estimación exacta de la edad biológica, dice un estudio realizado con aves silvestres.
Por supuesto, esta prueba funcionaría siempre y cuando la muerte se produzca por causas naturales.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista científica 'Molecular Ecology', y ya una firma británica ha mostrado su interés por comercializar el método por unos 500 euros.
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