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Diciembre es sinónimo de luces, regalos, reuniones y mucha plata en movimiento: primas, bonos, compras en línea, transferencias y pagos inmediatos. Pero también es la temporada favorita de los delincuentes digitales. Una de las estafas más comunes es el robo de datos personales y financieros, o el de suplantación por medio de la plataforma de mensajería WhatsApp, que mediante engaños los delincuentes se disfrazan de comunicaciones legítimas.
Estas tres prácticas se han convertido en herramientas frecuentes para los estafadores, quienes aprovechan la confianza de las personas y el uso cotidiano de medios como las llamadas, los mensajes de texto o los correos electrónicos para obtener información sensible. Aunque cambian sus métodos y apariencia, todas comparten el mismo propósito: acceder a los datos privados de los usuarios, tales como contraseñas, números de tarjetas, códigos de seguridad o claves bancarias.
Cada vez son más usuarios en redes sociales los que reportan una nueva estafa en la que ciberdelincuentes usan WhatsApp para robar cuentas en cuestión de segundos. De acuerdo con los reportes, internautas reciben llamadas desde números desconocidos. Y la táctica es casi siempre la misma: una voz automática o con tono extraño pide ser agregada a WhatsApp para compartir información "urgente".
Aunque la solicitud parece inocente, esta es una de las modalidades más comunes implementadas por delincuentes para engañar, logrando que muchas personas terminen agregando el número sin pensarlo demasiado. Cuando el usuario responde o guarda el contacto, los estafadores ya han ganado un punto a favor: la conversación queda abierta desde el dispositivo legítimo, lo que reduce las alertas que la plataforma suele mostrar al interactuar con desconocidos.
A partir de ese momento, los delincuentes aprovechan para avanzar hacia su objetivo principal: robar la cuenta. Una vez establecida la conversación por WhatsApp, los estafadores realizan un segundo movimiento e intentan iniciar sesión en la aplicación desde otro dispositivo. En ese proceso, WhatsApp envía automáticamente un código de verificación de seis dígitos al dueño real de la cuenta, cifra que es la llave que permite completar el ingreso. Para obtenerla, los delincuentes usan diversas excusas:
La estrategia cambia según la reacción de la víctima, pero el objetivo es siempre el mismo: lograr que comparta ese número. Cuando la persona lo entrega, el delincuente obtiene acceso inmediato a la cuenta. El siguiente paso es bloquear totalmente al propietario activando la verificación en dos pasos con un PIN que solo el estafador conoce. Desde ese momento, el usuario legítimo queda fuera de su propia cuenta y la recuperación se vuelve mucho más difícil.
Con el control de la cuenta asegurado, los delincuentes revisan los contactos recientes y comienzan a escribir a familiares, amigos o compañeros de trabajo. Utilizan la foto, el nombre y la misma forma de comunicarse del dueño real, lo que facilita que las personas caigan en la trampa. Los mensajes suelen incluir frases como:
La apariencia confiable del perfil hace que muchas víctimas terminen enviando dinero sin confirmar la historia por otra vía. Esta modalidad es de hecho común en varios países a pesar de su simplicidad y funciona porque se basa en comportamientos comunes: responder rápido, confiar en los contactos y no verificar detalles cuando se presenta una aparente urgencia.
WhatsApp recomienda en su portal una serie de sugerencias claves para evitar que esta modalidad afecte a más personas:
Además, es recomendable mantener configuraciones de privacidad estrictas para limitar quién puede ver la foto de perfil, la información personal y el estado.
De acuerdo con el soporte técnico de WhatsApp, en primer lugar, si cree que alguien está utilizando su cuenta sin su permiso, especialmente a través de WhatsApp Web o WhatsApp Desktop, debe proceder con urgencia para cerrar sesión en esos dispositivos. Vaya a Ajustes > Dispositivos vinculados en su teléfono, seleccione el dispositivo que no reconoce y cierre sesión en él. Y en casos más extremos, donde su celular sea robado o se le haya extraviado, la prioridad debe ser bloquear su tarjeta SIM para evitar que alguien más use su número.
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Contacte con su proveedor de telefonía móvil para reportar el incidente y solicitar que bloqueen la SIM. Luego, adquiera una nueva tarjeta SIM con el mismo número y registre su cuenta de WhatsApp nuevamente utilizando el código de verificación que recibirá. Recuerde que WhatsApp solo permite que un número de teléfono esté registrado en un dispositivo a la vez, lo que significa que cualquier intento de usar su cuenta desde otro teléfono será bloqueado automáticamente si usted vuelve a registrarse en su número.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co