Desde los balcones y por las calles, miles de habitantes de Medellín se manifestaron pacíficamente en el Día del Trabajo y hasta una abuelita desde el balcón de su casa se robó el show al bailar al ritmo de la protesta.
Incluso, las barras de Atlético Nacional y Medellín se unieron con cánticos, pancartas y expresiones culturales.
No existieron barreras para que todos pidieran por mejores garantías laborales en Colombia y decir no a la reforma tributaria.
Sin embargo, la movilización que inició pacíficamente fue empañada por algunos hechos vandálicos. Una patrulla de la Policía fue quemada en barrio Campo Valdés, dos carros de Bomberos también fueron atacados y en La Alpujarra se presentaron enfrentamientos entre la fuerza pública y algunos manifestantes. Una notaría y un banco fueron vandalizados.
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Luego de controlar los desmanes, la mayoría de los ciudadanos que se movilizaba continuó la marcha luego de dialogar con miembros del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad).
En el parque de las luces finalizaron las movilizaciones que en su mayoría trascurrieron de forma pacífica.
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Al final de la tarde, la Policía entregó un balance de 70 personas conducidas, 23 heridas, entidades financieras y una estación del Metroplús vandalizadas.
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