El cuerpo del menor flotaba en un balneario, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Lancheros y carperos lo vieron y le salvaron la vida.
Adolfo Puentes, que tenía escasos conocimientos en primeros auxilios, le dio respiración boca a boca. “Seguí con las indicaciones del curso y una vez conseguí mantenerle el pulso lo llevamos con mis compañeros a una clínica”, relató.
Matías, como se llama el menor salvado, al parecer aprovechó un descuido de su mamá y se salió de la casa.