Guillén Alfaro, de 93 años, compraba el chance para obtener el dinero y repararla. Policías que patrullaban Tibú decidieron cumplirle el sueño.
“¿Qué pasó con esa pared? La tumbó un temblor que reventó una bomba que cayó arriba de los cielos”, así contestó Don Guillen a los policías que lo encontraron en sus rondas en la lucha contra las bandas criminales en Norte de Santander.
Él se refería a una de las tormentas que le destruyó su casa.
“Yo duermo ahí y cuando viene agua con viento pues me paro de ahí y me voy pa’ allá pal corredor aquel para pasar el aguacero”, le indicó a los uniformados.
Publicidad
Asegura que fue abandonado por su familia. Incluso explica que todos los días apuesta al chance para recuperar su vivienda.
La historia de Don Guillén conmovió el corazón de los policías que combaten los grupos armados más violentos del país. A pesar de ese riesgo, los uniformados iniciaron una campaña puerta a puerta por la zona para cumplirle el sueño al llamado chancero de Tibú.
Publicidad
En menos de 24 horas, llegaron ladrillos, cemento y más materiales para construir la vivienda.
La misión era terminar y entregar la casa el 24 de diciembre.
“Yo estaba con el pensamiento de parar cualquier enramada para poder dormir pero lo que me han regalado ha sido un regalo muy hermoso”, dijo el campesino agradecido.