Luis Domingo Gómez defiende a Chucho, que por ahora permanece en el zoológico de Barranquilla mientras se define si se le otorga un habeas corpus.
El oso de anteojos estaba en una reserva natural en Caldas, pero fue trasladado a la capital del Atlántico al caer en depresión por la muerte de su hermana, la osa Clarita.
Gómez, que asumió el caso del animal, dice que no es nuevo hablar de igualdad de derechos entre animales y personas, ya que incluso, en Brasil, una chimpancé logró la libertad gracias a un habeas corpus-
“Esto no es de un loco que amaneció con ganas de hacer un ejercicio a ver si de pronto salía del anonimato, como lo han querido dejar ver algunos”, recalcó.
El habeas corpus es un derecho al que apelan las personas para pedir su libertad cuando están detenidas.
Lo que busca Gómez, en la inédita audiencia que adelanta la Corte Constitucional, es que Chucho regrese al sitio donde nació hace 13 años, la reserva natural de Río Blanco, en Caldas.
Y el representante a la Cámara Juan Carlos Losada, que también se pronunció frente al alto tribunal, señaló que es importante que a los animales se les reconozcan derechos como “seres que también sienten, que también tienen derecho a desarrollarse en condiciones dignas”.
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