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Acuaparque de Buenaventura: una promesa que terminó convertida en un charco maloliente

Acuaparque de Buenaventura: una promesa que terminó convertida en un charco maloliente

Basuras y toda suerte de plagas inundan el lugar, que los niños, en su inocencia, insisten en disfrutar. No es el único elefante blanco.
Marcelo es uno de esos jóvenes de la zona que se declara indignado por el abandono.
“Yo invito a los políticos que si van a decir algo que sea algo serio, porque la gente tiene sueños y están estancados por los políticos”.
No muy lejos de allí descansa otro sueño aplazado. Muchos niños de San Antonio no pueden ir al colegio porque está muy lejos del sector apartado donde ubicaron a los pobladores de los barrios de Bajamar.
Lo triste, es que a sólo unos metros están los vestigios de lo que iba a ser un gran megacolegio, que el Gobierno nacional dijo que iba a ser el mejor de Colombia.
Los pocos que estudian lo hacen en aulas improvisadas en las mismas viviendas que entregó el gobierno, pero es época de elecciones y  las calles están adornadas con vallas que hablan de un futuro mejor.
Los bonaverenses se cansaron de futuros inciertos y en el pasado paro cívico demostraron que un movimiento ciudadano sí puede generar cambios, fruto del paro fue la aprobación de la ley que da vida al fondo de patrimonio autónomo y genera los recursos que necesita la ciudad.
Carlos Palacios, docente de Sociología de la Universidad del Pacífico, considera que el paro fue un hecho político que unió a los ciudadanos en la defensa de una causa: el bienestar común.
“Esa nueva visión de ciudadanía se manifiesta en una nueva cultura política y esa nueva práctica política debe expresarse en un cambio en la manera como participamos en los procesos electorales ya no mediados por lo que nos van a dar en particular sino porque queremos defender un proyecto colectivo”, dice Palacios.
Mientras los barones electorales en Buenaventura se disputan los votos para llegar al Congreso, estos jóvenes bonaverenses raspan el empaque del mobiliario de la piscina que nunca se estrenó y confían en que, tal vez, un cambio en las costumbres políticas les devuelva la esperanza.

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