Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Tras 65 días de incertidumbre, el pasado martes 9 de noviembre, llegó la noticia que trae un respiro a la tensa situación de seguridad en el Catatumbo, Belisario Peñaranda, un adulto mayor de 82 años, fue liberado tras de permanecer secuestrado.
El secuestro de Peñaranda ocurrió específicamente en el corregimiento de San Roque, en el municipio de Sardinata, Norte de Santander, cuando fue interceptado por hombres armados el pasado 9 de octubre. Durante el tiempo que estuvo en manos de sus captores, la familia y la comunidad vivieron momentos de gran angustia, sin conocer su paradero.
Semanas antes de su liberación, cuando ya llevaba 42 días en cautiverio, la situación de Peñaranda se hizo pública a través de un video que sirvió como prueba de supervivencia. En el video aparecía el hombre cabizbajo y afligido junto a dos sujetos armados a cada lado, haciendo un llamado a sus seres queridos para que actuaran rápidamente. "A toda mi familia les deseo que estén muy bien, porque yo estoy en una situación muy grave, que si no actúan ligero ustedes y arreglan, yo me muero por aquí". "Yo creo que no les va a gustar que yo me muera por aquí", agregó el hombre, solicitando ayuda para salir de lo que él definió como un "atolladero".
Tras ser puesto en libertad, el señor Belisario Peñaranda fue recibido por sus familiares y fue trasladado al hospital de Ocaña donde fue valorado por lo médicos.
La liberación de Peñaranda tiene lugar en un entorno de violencia persistente y alta incidencia de secuestros en el Catatumbo. Esta región es conocida por estar históricamente marcada por el conflicto armado, lo cual ha provocado que el aumento de estos delitos, incluido el secuestro, se intensifique notablemente desde que inició la disputa territorial entre la guerrilla del ELN y las disidencias de las FARC.
Las autoridades han mantenido las alertas activas, pues en lo que va corrido de 2025, se han registrado alrededor de 62 secuestros tan solo en Norte de Santander. El caso de Peñaranda, y los más de 60 secuestros registrados este año, reflejan la gran afectación que la guerra territorial causa a la población civil en esta región, por lo que la liberación, aunque celebrada por la familia, pone de nuevo en el foco la urgente necesidad de implementar medidas de seguridad y protección para la ciudadanía en las zonas de conflicto.
A pesar de la tranquilidad que brinda el regreso de Peñaranda con su familia, Norte de Santander sigue siendo uno de los focos de inseguridad en el país, ya que hace unos días dos policías, identificados como Franklin Guerrero y Jairo Holguín, fueron asesinados en Cúcuta, capital de este departamento, en un ataque que las autoridades atribuyen al ELN. El hecho ocurrió específicamente en la vía Anillo Vial Oriental, que conecta a Cúcuta con el municipio de El Zulia. Ambos policías murieron luego de la activación de cargas explosivas mientras transitaban en sus motocicletas de servicio por el lugar.
En la misma ciudad, también se registro el atentado que sufrió el reconocido deportista olímpico Jossimar Calvo y su esposa, quienes transitaba por el mismo sector, cuando una carga explosiva detonó justo en el momento en que su vehículo pasaba por el lugar. Las imágenes del vehículo evidenciaron graves daños que sufrió, pero afortunadamente, aunque la experiencia fue un "momento muy fuerte", él y su pareja se encuentran fuera de peligro, pues no sufrieron heridas, y todo se limitó a daños materiales.
ANDRÉS FELIPE ADAMES RESTREPO
NOTICIAS CARACOL