Los perros antiexplosivos son la mano derecha de soldados que se enfrentan a campos minados. También están expuestos y necesitan cuidados, por lo que se dispondrán patrullas veterinarias que los atiendan.
Las ambulancias veterinarias San Francisco de Asís están adecuadas para labores de veterinaria y prestar auxilio a aquellos animales que resultan afectados por explosivos, instalados especialmente en zonas como cultivos ilícitos.
Íker es uno de esos héroes caninos afectado por un campo minado en Santander. Aunque desafortunadamente perdió una pierna por el estallido, salvó a muchas vidas humanas que hubieran podido perecer por la acción de los terroristas.
Gracias a los vehículos, los perros antiexplosivos podrán recibir pronta atención cuando sean víctimas de la violencia.
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