Fue reconocido por contribuir a través del arte y la reflexión al cambio en la vida cívica. El profesor habló sobre este logro, su enfermedad y la política.
El tributo quedó condensado en un libro que exalta su trabajo por construir cultura ciudadana.
“Yo me metí en el espacio de la política porque quería enseñar en grande, significaba con un auditorio bien grande, con repercusiones en grande”, asegura el exalcalde de Bogotá.
Aunque reconoce que le da susto el reconocimiento, Mockus acepta que la validación internacional es importante
“Me siento muy contento, pero en algún momento a mi madre le preguntaron qué había hecho yo y ella contestó inmediatamente ‘nada’, luego explicó: si Antanas cree que ha hecho va a dejar de hacer”, cuenta Mockus mientras recuerda las enseñanzas de su mamá Nijole.
Al hablar de Colombia no duda en reflexionar sobre la corrupción.
“Sociedades que toleran excesivamente la corrupción entran en crisis gravísimas (…) no conviene tolerar la corrupción”, explica.
Mockus dice que es un católico disfrazado y que la religión ya no hace diferencia grande en el comportamiento. “Mi tarea con la cultura es aprendamos a vivir sin dioses”, sostiene.
Sin embargo, reconoce el valor de lo sagrado y afirma que tocar los recursos públicos es una profanación.
A sus 65 años, 7 de ellos con Parkinson, confiesa que ha ido descubriendo la enfermedad como una especie de amiga un poco rara.
Mockus no se rinde, aunque lo llamen idealista, y promete seguir luchando por el respeto a la vida humana y una sociedad respetuosa e intolerante con la corrupción.
Updated: junio 02, 2017 09:28 p. m.