“Uno de los proyectos que vendrá al Congreso de la República la semana entrante, es un proyecto de ley de reclutamiento nuevo (…) que quiere unificar en 18 meses la duración del servicio militar para todas las modalidades. Que no haya diferencia entre soldados campesinos, bachilleres o regulares”, dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, una sesión plenaria de la Cámara de Representantes.
Explicó que la iniciativa tendrá como límite la edad de 24 años para llamar a prestar el servicio, y además, que para obtener la libreta militar se establecerán mecanismos de pago como ocurre con otros servicios del Estado.
También reveló que “el Ministerio del Trabajo presentará una ley complementaria para la utilización laboral de la libreta militar, que permita que los jóvenes puedan acceder a su primer empleo sin haber definido su situación. Y además, que los ingresos de ese primer trabajo le permitan pagar las tarifas de su libreta”.
Villegas dijo que otro de los objetivos del proyecto de ley, es dar un tratamiento favorable a quienes son remisos, una población que sin definir su situación militar tiene una cartera que vale unos $250 mil millones.
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“Igualmente, dentro de este proyecto, daremos facilidades para que la cartera se cancele por parte de los remisos”, agregó.
Asimismo, busca aumentar en un 100% la mensualidad del soldado regular, pasando de $98.000 a $200.000.
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En otro punto, Villegas se refirió a los casos de objeción de conciencia en proceso de las Fuerzas Armadas y dio algunas cifras del tema en cuestión.
“Este año hemos tenido 145 casos -de objeción de conciencia- de 80 mil reclutas, de los cuales 13 procesos se han fallado a favor de quien objeta y 132 en contra”, informó.
Por otra parte dijo que las mal llamadas ‘batidas’ son prácticas “ilegales y seguirán siendo ilegales”; aunque agregó que “el reclutamiento es algo que tendrá que permanecer en nuestra realidad durante una generación más, lo digo con toda tranquilidad y sinceridad”.
Apuntó que será así “porque las razones fiscales son poderosas y el dilema de reducir nuestra fuerza pública, porque no hay con qué, es un asunto al que no le voy a ‘jalar’. Nuestras fuerzas tienen que ser poderosas”.
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