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Mechas, cartuchos, cartón para hacer totes y voladores son algunos de los elementos que hallaron las autoridades tras la explosión de una polvorería clandestina en Girón, Santander, y en la que murió un adulto mayor.
El lugar funcionaba en una vivienda que quedó completamente destruida y en la que se encontraba José Paulo Tumarrosa, de 80 años y muy querido por la comunidad del sector.
Las autoridades ya le habían advertido, en tres oportunidades, que dejara de manipular pólvora e incluso también le habían incautado varias libras.
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Aseguran que están adelantando operativos en la zona y que, durante la noche del jueves y la madrugada de este viernes, se incautaron 15.000 unidades de pólvora.
Tras la emergencia en la que murió adulto mayor, las autoridades reiteran el llamado a la ciudadanía para que no use pólvora y se eviten hechos que lamentar.
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En la unidad de quemados del Hospital Universitario de Santander ya no hay capacidad para atender a pacientes con quemaduras graves.
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