Sí, los habitantes de la ciudad con sus impuestos. Da pesar, y rabia, ver cómo rayaron las fachadas de edificaciones restauradas en el centro histórico.
“La cultura de esas personas es poca, porque esto no es de una persona es de todos”.
La reflexión la hace Miguel Ángel mientras lija las paredes de la Casa del Florero junto a otros trabajadores que a punta de brocha tratan de limpiar, pintar y restaurar los daños provocados por vándalos durante las marchas estudiantiles.
“Después de lijar aplicó una capa de pintura, luego aplico la otra y si es necesario la otra. Yo le pongo un aproximado de cinco o seis horas”, sostiene.
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La ciudadanía rechazó los actos vandálicos que se presentaron y que, desafortunadamente, se repiten en cada manifestación.
“La manifestación se puede hacer en calma, pero no rayar las paredes de los monumentos estatales porque eso para nosotros es un gasto”, recalca Javier Vargas.
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En total son 30 fachadas que fueron afectadas entre las calles 10 y 17, y entre carreras 4 y Séptimo y que tendrán que ser recuperadas por el Instituto Distrital de Patrimonio (IDPC).
“Afectaron el Museo de Bogotá, Casa Sámano, Museo de Arte Colonial, Museo Militar, Iglesia San Ignacio, Palacio de Justicia, Palacio de San Francisco y entidades bancarias, el edificio de El Tiempo también resultó afectado”, sostuvo Rodolfo Parra, coordinador de lucimiento de fachadas.
Hace menos de una semana el IDPC entregó peatonalizada y restaurada la calle décima, hoy sus fachadas lucen rayadas.
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