La investigación por el homicidio de Sandra Patricia Pérez Álvarez, ocurrido hace dos días en un edificio en el norte de Bogotá, apunta posiblemente a un lío de bienes de la familia paterna de su hija, única heredera de los predios en Meta y Fusagasugá.
Los abuelos paternos de la menor fueron asesinados en diciembre del 2007, aparentemente por bandas delincuenciales que habían ocupado dichos predios.
Después del doble asesinato, Sandra Patricia, quien representaba a su hija menor de edad, trató de recuperar los bienes e intentó concretar la sucesión.
El crimen fue perpetrado por un hombre que se hizo pasar por domiciliario, quien llegó hasta el apartamento para supuestamente entregar un ramo de flores.
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La empresa que le presta seguridad privada al edificio, emitió un comunicado en donde se asegura que la empresa no ha tenido sanciones y que los videos de las cámaras de seguridad fueron entregados al CTI para ayudar a esclarecer el homicidio.
El cuerpo de Pérez Álvarez es velado en una funeraria en el sector de Chapinero en Bogotá.
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