La Policía de Tránsito desarticuló una banda en Bogotá que suplantaba a personas fallecidas y robaba datos de profesores despedidos de academias para expedir licencias de conducción.
Fayber Andrés es un profesor de conducción que falleció en mayo del 2019 y, para la Policía, es uno de los muertos que más licencias de conducción certificó y entregó a estudiantes en una escuela de Chapinero y otra de Rafael Uribe. Así lo reveló un empleado de una de las academias.
“La escuela de conducción tenía una persona que estaba ya muerta y lo tenían trabajando con el código de él. Certificaron bastante gente con la persona ya fallecida, ya muerta”, aseguró.
Esta y otras personas fallecidas fueron utilizadas por la banda para expedir más de mil licencias.
Publicidad
“Cargaban información falsa a 1.127 ciudadanos, personas que hoy tienen la licencia de conducción y de las cuales se desconocen sus reales capacidades”, afirmó el general Carlos Rodríguez, director de Tránsito de la Policía.
La banda también robaba y utilizaba los datos de los profesores a los que les cancelaban sus contratos días después de salir de la academia.
Publicidad
“Suplantaban códigos de profesores y metían doble código para poder dictar hasta 15 ó 20 horas en un día, pues, de acuerdo a la norma, está prohibido eso. Una escuela por instructor puede dictar máximo 10 horas diarias”, dijo el empleado.
Cuenta el testigo, que las escuelas descubiertas entregaban las licencias a los estudiantes tan solo con asistir un día.
“Vendían los cursos sin teoría ni práctica y emitían el certificado en 15 ó 20 días y eso es imposible sacarlo en tan corto tiempo en una escuela bien”, señaló.
El general Rodríguez explicó cómo los integrantes de la banda cometían el fraude, para el cual recurrían a “huellas en parafina”.
Publicidad
“La persona llega a recibir su clase el primer día, ubica su huella digital en la parafina y no debe regresar a clase durante los 15 días siguientes, Simplemente, con esta huella, cada vez que iniciaban las clase en la escuela, ubicaban la huella del alumno sin estar presente y así falsificaban el documento”, indicó.
El oficial se refiere a una mano artificial que era usada para copiar las huellas del estudiante y los profesores fallecidos o despedidos y así emitir las licencias de conducción para luego enviarlas al sistema que, reconoce el mismo Gobierno, está presentando graves fallas.
Publicidad
“Estamos generando un nuevo control de vigilancia para, entre otras cosas, robustecer las debilidades que tiene el actual sistema ante los delincuentes que terminan falsificando incluso huellas de personas que ya han fallecido”, señaló Camilo Pabón, superintendente de Puertos y Transporte.
Todo esto lo descubrieron los agentes de inteligencia de la Policía de Tránsito durante casi 14 meses de investigación.
“Tenemos 22 personas capturadas, entre ellos, 17 hombres, cinco mujeres. Delinquían en una escuela de capacitación en el sur de la ciudad y en Chapinero”, concluyó el director de Tránsito de la Policía.