“Aquí vamos a ver si vamos a tener gobernantes que quieran sacar adelante la ciudad o si lo que quieren es ganarse el concurso de la reina de la simpatía”, dijo.
Para Enrique Peñalosa, aunque impopular, subirle a la tarifa del pasaje es responsable con las finanzas del sistema, cuyo déficit durante el 2018 fue de más de 600 mil millones de pesos.
Sostuvo, en lo que muchos califican como una indirecta a Claudia López, que Bogotá verá también si los nuevos gobernantes van “a tenerle susto a cualquiera que salga a gritar”.
Algunos expertos consideran que es necesario empezar a explorar nuevas fuentes de financiación para el sistema de transporte público.
“Incluso pueden ser algunas más polémicas como, por ejemplo, cobro por congestión y que ese dinero vaya a mejorar la movilidad alternativa en la ciudad. También, hay muchas otras opciones que se usan en otros países como el cobro por empleado a algunas empresas”, explicó Luis Ángel Guzmán, experto en movilidad de la Universidad de los Andes.
Otros consideran que, al no existir fuentes de tributación destinadas únicamente a fortalecer el sistema, los incrementos son casi que obligados.
“Puede no hacerse, pero el problema se generaría como una bomba de tiempo para la siguiente administración que tendría que aumentar entre 200 a 400 pesos durante el transcurso de dicho tiempo, porque desafortunadamente el crecimiento de manera exponencial de los sobrecostos haría insostenible la movilidad de Bogotá”, expuso Alexander Reyes Moreno, docente investigador de la Unitec.
Pero ¿qué opinan los usuarios?
“Pues 100 pesos, aunque no es mucho, yo creo que a varias personas les va a afectar en el presupuesto de sus bolsillos”, comentó Ronald Sánchez, usuario de Transmilenio.
“Esperemos que el salario mínimo suba, si eso es posible de pronto tengamos plata para pagar el transporte, de lo contrario quedaremos mal”, manifestó Gustavo, otro ciudadano.
“Pues si arreglan de pronto un poquito el servicio pues de pronto veríamos si vale la pena que le suban”, dijo Paola Carrizo, usuaria.
Un estudio de la Universidad de los Andes reveló que una de las reacciones inmediatas al incremento de tarifas es la pérdida de usuarios, que estarían mutando a medios alternativos como la bicicleta y la motocicleta.