En el lugar dondehace 20 años cayó una recicladora de asfalto
sobre un bus, el Colegio Agustiniano Norte, las familias de los 21 niños que murieron en ese accidente se reunieron este sábado, 27 de abril de 2024, para sembrar árboles en su memoria.
El amor fraterno, ese que no se rompe, dio vida a 21 árboles justo detrás del ángel que conmemora las almas inocentes de 21 niños que fallecieron hace 20 años en la avenida Suba con calle 138 en Bogotá.
"Su flor tiene un néctar que es muy apetecido por los colibríes. A mí me fascinan los colibríes y pienso que ese néctar, esa dulzura, puede representar a mi hijo”, contó Martha Rocha, mamá de una de las víctimas del accidente.
Con la guía del Jardín Botánico prepararon la tierra, sembraron una semilla, una raíz fuerte y dieron vida a un nuevo ser, uno en forma de arbustos tipo alcaparro, yagrumo y abutilon, todas especies de árboles jóvenes que empiezan a florecer en nombre de cada angelito en el cielo de las familias y los 25 sobrevivientes.
Aunque los recuerdos de este día siguen frescos y hacen eco en el dolor que solo las familias conocen y han sentido desde que recibieron la noticia, que la ruta escolar número doce del Colegio Agustiniano Norte había quedado aplastada por una recicladora de pavimento.
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Este 27 de abril, la mirada no la nubla la tragedia, sino la esperanza de seguir vivos gracias a una fuerza sobrenatural que desde el cielo les permite recordarlos desde el amor, como lo hace la familia Ortiz, que ahora tiene un angelito: Juan Vicentico y un hijo fuerte y sobreviviente.
“Entrar en los recuerdos es un poco doloroso, pero pues esa planta representa vida también”, afirmó Juan Ortiz, sobreviviente y hermano de una víctima del accidente.
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“La vida en medio de la muerte está surgiendo aquí con estos árboles”, sostuvo Juan Vicente Ortiz, padre de una víctima del accidente.
Aunque se encuentran en la frontera entre el dolor y la esperanza, 20 años después, han ganado la fuerza que dicen desde el cielo, los mantiene vivos.