El plazo terminó y no se cumplió la disposición de un juez que ordenó al Distrito y la Nación proporcionar salud, energía, agua potable, elementos de aseo y manejo de residuos a los indígenas que permanecen en el Parque Nacional, en Bogotá, desde hace más de 3 meses.
El Distrito aún no da respuesta sobre las acciones exigidas en la decisión judicial, pero donde sí las hubo fue en un coliseo del sur de la ciudad que la Alcaldía propuso para el traslado de los indígenas. Allí la comunidad encadenó las puertas del polideportivo.
“Nos preocupa que lleguen, se adueñen del parque y no dejen entrar a la comunidad”, aseguró Gilberto Castro, habitante del sector.
Para los indígenas, el lugar ofrecido es digno, pero no reúne todas las condiciones que ellos esperan.
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“Creo que nos deberían ofrecer un lugar, primero que todo, donde efectivamente no hubiesen las condiciones poblacionales que nos consideran un problema social”, señaló Jairo Montañez, uno de los líderes indígenas asentados en el Parque Nacional.
Por ahora, las expectativas están en la decisión del juez frente al incumplimiento del plazo para implementar las medidas exigidas.
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