Solo el 5% de los jóvenes que llegan a sitios como El Redentor logra cambiar su vida

Director de ese centro de resocialización dice que, aunque son inteligentes y allí consiguen proyectar un mejor futuro, muchos salen “a lo mismo”.

La mayoría de los jóvenes que están en El Redentor provienen “de familias disfuncionales, donde la mamita está sola con los niños, ella tiene que irse a trabajar, el chico tiene que crecer solo”, afirma Ricardo Gallego Garzón.

Agrega que ingresan al centro “con un consumo muy elevado de sustancias psicoactivas. Son jóvenes policonsumidores” y están ahí por cometer delitos como hurto, homicidio y tráfico de drogas.

Sobre su resocialización, afirma que el joven "cumple su sanción pedagógica a cabalidad, hace proceso, estructura su proyecto de vida, sale con metas claras, pero él sale a lo mismo, a encontrarse con el entorno que lo llevó al sistema".

Gallego resalta que los menores entre los 12 y 18 años que llegan al centro tienen “muchas habilidades inherentes; son jóvenes que tienen unas capacidades que cuando uno individualiza uno a uno sobrepasan las habilidades de una persona del común”, pero lamenta “que a raíz de esos vacíos, a raíz de lo que les ha tocado vivir, esas habilidades las canalizan en cosas malas”.

Pese al panorama, ese 5% de los que logra cambiar se convierte en el encargado de motivar a otros menores de edad para darle un giro a su vida.

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