La crisis que ha vivido esta localidad litoral vallecaucana, de más o menos 400 mil habitantes, es producto de varios años de olvido.
El contraste es evidente y basta mirar al horizonte de la población para percibirlo: de una parte el desarrollo y el comercio exterior, la conexión con Asia y los llamados Tigres del Pacífico. Por la otra, las casas que carecen de sistema de alcantarillado y agua potable. La situación es tan crítica que ni siquiera hay colegios para proveer unas mejores condiciones sociales a los más jóvenes.
Adicionalmente, el puerto registra una guerra por el territorio. Las noticias de desapariciones y descuartizamientos se convierten en informaciones recurrentes. En las últimas horas se reportaron tres casos. Las autoridades manifiestan su desconcierto y la voluntad de dar con la captura de los responsables.
De acuerdo con el comandante de la Policía de Buenaventura, coronel José Miguel, la más reciente ofensiva contra la delincuencia ha permitido la detención de 246 sospechosos. "Hay que resaltar que llevamos 57 capturas de primera línea de las bandas de ‘los Urabeños' y ‘la Empresa'", añade el alto oficial.
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El defensor regional del pueblo por el Valle del Cauca, Carlos Hernán Rodríguez, asegura que desde 2012 se vienen emitiendo alertas sobre la difícil situación que atraviesa el puerto, especialmente en cuanto al tema del desplazamiento.
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