La Policía logró desmantelar una banda de extorsionistas que operaba desde las cárceles de Buenaventura, Palmira y Tuluá, y cuyos miembros se hacían pasar por Urabeños y el Clan Úsuga.
El comandante de la Policía del Valle del Cauca, coronel Fernando Murillo, indicó que la desarticulación de esta red, dedicada a extorsionar a empresarios y comerciantes del Valle del Cauca, se llevó a cabo durante un fuerte operativo sorpresa en las cárceles de Buenaventura, Palmira y Tuluá.
“Este resultado se da gracias a la información de las víctimas que reciben las llamadas y han entendido el programa ‘Yo no pago, yo denuncio’, donde la única forma de atacar la extorsión es cuando se confía en la institucionalidad y se llama al Gaula y a la Policía Nacional”, afirmó.
Para la desarticulación de esta red delincuencial, el oficial explicó que se reclutaron algunos reclusos quienes informaban sobre las personas que portaban y hacían las llamadas. “A través de inteligencia electrónica e interceptaciones, establecíamos las víctimas que tenían estos delincuentes”, agregó.
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En el siguiente audio se escucha una conversación entre un extorsionista que se comunicó con su supuesta víctima, a quien le exigía inicialmente $4 millones de pesos, pero que al final terminó por aceptarle $300 mil.
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En la operación también se logró la incautación de gran cantidad de dinero en efectivo, joyas, licor y químicos.
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