Los trabajadores de los puestos de comida tradicional, en los alumbrados de Medellín, desde hace más de 17 años viven de la venta de alimentos típicos de Antioquia, pero hoy aseguran que están en la quiebra, la principal razón es que no tienen el servicio de gas para cocinar.
“Llegan clientes y se cansan de esperar porque estamos trabajando con energía, las planchas no dan. Los breques se disparan y la descarga de energía hace que cada cinco minutos se vaya la luz”, expresa Alexander Gil, uno de los vendedores.
Mientras que María Somino Ladino, otra vendedora dice, “Nos quedamos hasta tres horas para despachar cuatro chuzos, porque no se calienta. El año pasado, vendíamos 200 ó 300 mil pesos por día y hasta un millón, pero esta semana solo vendimos 32 mil pesos”.
Aseguran que cuatro días después de que comenzara la temporada de alumbrados, las pérdidas son millonarias.
Publicidad
“Ayer vendí 30 mil pesos y se fueron 12 mil de taxi y 8 mil en comida, solo comiendo arroz con huevo”, asevera Iván Herrera, otro vendedor informal.
Son las 12 del a noche, ya van a cerrar y aseguran que durante todo el día no vendieron ni el 10% de la mercancía y que toda esta comida se les va a perder.
Publicidad
“A la basura toca, vea, todo esto va para la basura, no nos sirve para mañana por la higiene”, dice molesto Diego Morales.
Las ventas también se vieron afectadas porque, por primera vez en la historia de Medellín, la zona de comidas y de alumbrados no fue ubicada sobre la Avenida del Río, por las nuevas obras.