El sonido de la esperanza hace mucho tiempo que no se escuchaba en el municipio de Montebello, Antioquia. Este territorio, golpeado por la violencia, ha sufrido de frente las consecuencias de caminar con la muerte respirando al cuello o, mejor dicho, en los pies debido a las minas antipersona. Más de 6.000 campesinos dan testimonio de ello.
“El miedo ahí es que de pronto con una mina de esas uno se pare y se explote y ahí termina”, manifestó Luis Suárez, productor de plátano.
El martirio no solo ha sido por el peligro de pisotear estos artefactos, sino que de entrada les ponen un freno para transportar sus productos y sembrar. Por eso, el Ejército Nacional se puso las pilas y les quitó las minas.
“Hay algo de simbología en esto que ellos nos retribuyen y es que los productos que están sembrando allá, que es mortiño, le están poniendo un sello de agradecimiento a nuestro batallón de desminado humanitario y el Ejército Nacional”, señaló el general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División del Ejército.
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Son 29 los municipios del Antioquia que ya se encuentran libres de minas. En el municipio de Sonsón ya están implementando el cultivo de aguacate hass, en unas zonas donde antes no se podía ni caminar, y en Montebello están sembrando arándanos. Dice el general Juvenal Díaz que la tarea no se ha terminado.
“Estamos en 29 municipios realizando ese proceso para tener el mismo resultado: decirles a los campesinos que pueden cultivar la tierra, volver a ellas y que pueden obtener un beneficio económico producto del trabajo de esas extensiones de tierra”, indicó.