La pequeña de año y medio, que murió en la avalancha, terminó en un cementerio como NN. Para poder reclamar el cuerpo, padre tuvo que someterse a prueba de ADN.
Tras cumplir con el requisito, Rubén Moreno logró recuperar el cadáver de su ser querido. Posteriormente, procedió con las honras fúnebres en una ceremonia cargada de tristeza y dolor, pero también de alivio.
Como Moreno hay decenas de personas en Mocoa que, 100 días después de la tragedia, siguen sepultando a sus seres queridos.
En medio de la reconstrucción, los habitantes de la capital del Putumayo exigen mayor celeridad en las obras.
Publicidad
Mocoa, cien días después de la tragedia: víctimas denuncian que...