Los hechos se presentaron el 14 de septiembre de 2014 en el casco urbano de Turbo, Urabá antioqueño, donde hombres encapuchados entraron a la casa del comerciante Robinson Chaverra Echavarría y luego de intimidarlo con armas de fuego, lo amarraron y amordazaron junto con su esposa y siete menores de edad.
Los victimarios amenazaron con llevarse a una de las niñas si su padre no les entregaba la suma de 300 millones de pesos. El Fiscal Especializado que adelantó la investigación estableció que ante la imposibilidad de obtener el dinero exigido, los delincuentes hurtaron tres millones en efectivo, joyas, ropa y una camioneta de alta gama.
Tras una prolongada persecución policial y luego de un enfrentamiento armado, fue aprehendido en el vecino municipio de Necoclí el Intendente Acosta López, adscrito a la estación del municipio de Turbo. En los mismos hechos fue capturado el patrullero de la Policía Héctor Emilio Bossio Gómez.
El condenado deberá responder por los delitos de secuestro extorsivo agravado, hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.
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Por las mismas conductas también fue condenado a 33 años de prisión el patrullero Bossio Gómez.
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