Las escenas de hurtos son la constante en La Candelaria, Robledo, Castilla, Santa Cruz y Belén, en Medellín .
Los más afectados están siendo los comerciantes que intentan reactivar sus ventas, pero no faltan los dueños de lo ajeno que les quitan lo poco que tienen.
A los robos se suman las extorsiones y las amenazas por parte de los llamados pagadiarios.
“El tema del pagadiario supera los 120 millones de dólares en préstamos crimínales a la gente que está más necesitada y que ahora en la pandemia lo están mucho más”, expuso Fernando Quijano, analista de seguridad y presidente de Corpades.
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Otra preocupación por parte de las autoridades recae en la injerencia de las temidas bandas criminales de Bello en Medellín.
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“El Mesa, que ha delinquido en Bello, está buscando unos espacios dentro de Medellín y tiene una confrontación con Los Triana del Alto de la Virgen”, indicó el coronel Daniel Mazo, comandante operativo (e) de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
Según la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, en la capital antioqueña hay cerca de 350 estructuras crimínales y más de 800 plazas de droga, que terminan siendo el epicentro de la violencia.
“Hay zonas donde se siente más el impacto de la violencia que en otras, caso concreto de la comuna 10 (centro) que es la que hoy lidera el número de homicidios”, expuso Quijano.
Los delincuentes incluso, estarían patrocinando su propia vigilancia con cámaras de seguridad .
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“La Candelaria nos está afectando muchísimo en la parte de hurtos y extorsión que se viene manejando de una forma disfrazada con una vigilancia informal”, señaló el coronel Mazo.
Aunque las cifras de hurtos y homicidios presentan una reducción significativa en comparación con el 2019, en lo que va del 2020 se han reportado 13.000 hurtos a personas y 296 asesinatos.
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