Es crítica la situación del Hospital San Francisco de Asís de Quibdó
. En las últimas horas más de 20 especialistas renunciaron por la falta de pagos y por la escasez de insumos.
El panorama en la sala de urgencias del Hospital San Francisco de Asís de Quibdó es crítico. Los médicos y enfermeras aseguran que no tienen insumos para atender a los pacientes.
Según una funcionaria, hacen falta “analgésicos y antibióticos”. A este centro médico llega más del 80% de los pacientes remitidos de otros municipios del Chocó.
La renuncia de 20 especialistas se suma a este duro panorama.
“A la fecha el hospital nos adeuda 5 meses de salario, 3 del año anterior y 2 del 2023”, aseguró Pedro Luis Álvarez, pediatra del Hospital San Francisco de Asís.
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A las enfermeras les preocupa que, al no tener especialistas en áreas como neonatología, se ponga en riesgo la vida de los pacientes.
“Dejar a una persona sin asistencia médica especializada, sabiendo que los médicos son los que definen y determinan la conducta a seguir”, complementó Cilia Perea, enfermera jefe.
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Por otro lado, los pacientes, que también se ven afectados, puntualizaron que ir a ese centro médico “es cavar nuestra propia sepultura, porque no nos prestan las atenciones requeridas y las que se merece un ser humano”.
En una reciente reunión, los especialistas pidieron el pago de tres meses de salario para retornar a labores. Entretanto, la interventoría les dijo que no había recursos para cumplir con esas obligaciones.
Asimismo, la Secretaría de Salud de Chocó pidió un plan de contingencia para la atención del segundo nivel de complejidad y los pacientes hospitalizados.
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Por la pandemia del COVID-19, entre el 2019 y el 2021, 67 millones de niños en la región de las Américas se vieron privados total o parcialmente de las vacunas regulares, así lo advierten la OPS, Unicef y Naciones Unidas. Casi tres millones de estos pequeños tienen menos de un año.
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“Las Américas se enfrentan a una crisis inminente en torno a los servicios de vacunación. Uno de cada cinco niños de la región no recibieron todas sus dosis de vacunas, dejándolos susceptibles”, señaló Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud.
La preocupación es que esto abre las puertas a posibles rebrotes de diferentes condiciones.
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“Enfermedades como polio, tétano, sarampión y difteria, a medida que salimos de los efectos devastadores de la pandemia, el riesgo de brotes nuevos y emergentes en la región está en el nivel más alto de los últimos 30 años”, agregó Barbosa.
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