Los quemados con pólvora siguen preocupando a las autoridades, por eso el Banco de Tejidos de Bogotá prepara cientos de muestras de piel que envían a los hospitales para poder hacer trasplantes a los lesionados.
Sin embargo, el llamado sigue siendo a no usar pólvora para que no sean necesarios los trasplantes de tejidos.
Eso le sucedió, por ejemplo, a Edison Barrientos, quien se quemó con pólvora hace varios años. La pérdida de piel que tuvo fue tan severa en el área del ojo, que solo un trasplante le ayudó a mitigar el incidente.
"En mi ojo derecho se me incrustó un volador, el cual me hizo perder la córnea y la piel de mi parpado. Para poderme reconstruir la piel de mi parpado, me tuvieron que extraer tejido de lo que quedaba de mis manos para poderme ensamblar este tejido en mi parpado", cuenta el hombre.
Sin embargo, nada volvió a ser igual. "Fue una cirugía muy dolorosa, muy riesgosa, en realidad una pérdida de tejido no se reconstruye exactamente, no queda perfecto ni igual", enfatiza.
Pese a que son decenas de historias como las de Edison Barrientos, hay quienes siguen haciendo uso de la pólvora sin pensar en los peligros. Mientras en el 2022 se registraron 615 quemados, en este 2023 ya van 640 y no se ha terminado el año.
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En Bogotá, el Distrito prepara un plan para reducir cifras de quemados, así como lesionados y afectados por hechos derivados del consumo de alcohol.
"Tenemos un dispositivo ya dispuesto, 1.500 hombres de la Policía adicionales para atender todos los requerimientos de la comunidad el 31 de diciembre", dijo Óscar Gómez, secretario de Seguridad.
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Aunque en el Banco de Tejidos se trabaja 24/7 para enviar estos tejidos a los hospitales, algunos, por ejemplo de las córneas, puede que se demoren y los pacientes entran a una lista de espera larga, por eso el llamado insistentemente de las autoridades de salud a tener más responsabilidad y a evitar el uso de la pólvora.