“Se los llevaron y dijeron que ahora los traían, pero no los devolvieron”, dice don José Obdulio sobre sus descendientes de 21, 20 y 14 años.
El 29 de abril de 2013 un grupo de hombres con prendas militares llegó a su finca en Silvania, Cundinamarca y decidió llevarse a cuatro varones, tres de ellos hijos suyos, y a una mujer, la mayor de la casa. El quinto desaparecido era un trabajador que le ayudaba.
Los buscó incansablemente durante meses, pero nunca los halló. El único lugar donde no podía husmear era en la zona donde había un campamento militar. Casualmente cuando levantaron, pudo ir y allí encontró los cadáveres de sus hijos.
La Fiscalía no había acabado de exhumar los cuerpos de sus hijos, cuando, según él, llegaron las amenazas. Le advertían que lo iban a matar, también a su esposa y a su última hija. Tuvo que abandonar su casa y dejarlo todo.
Hoy vive en Bogotá sin trabajo y con muchas necesidades. El caso está en revisión.
Updated: marzo 02, 2019 01:02 p. m.