Debate por la paz en el Congreso terminó en guerra de insultos y gritos

Un agrio enfrentamiento se presentó en el Senado de la República durante la sesión de aprobación de llamado ‘Acto legislativo para la paz’ que busca blindar los acuerdos de La Habana.

Miembros del Centro Democrático, incluido el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, abuchearon en la sesión al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien aseguró que las firmas que recauda la oposición para oponerse a los acuerdos de La Habana, no serán revisadas.

"Aprobado informe de conciliación en plenaria @senadogovco de #ActoLegislativoParaLaPaz", escribió en Twitter el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, tras la votación en la Cámara que permite dar rango constitucional a los pactos con las FARC que buscan acabar con más de medio siglo de conflicto armado.

Con esta votación, que concluyó con 52 votos a favor y 16 en contra, según el mismo ministro, el Senado de Colombia cierra un trámite iniciado a mediados de mayo, aprobado el 1 de junio en el Congreso y pendiente solo de sanción presidencial.

Hace un mes, después de que el proyecto hubiera terminado su curso por el Senado y a falta solo de un par de debates en la Cámara de Representantes, el gobierno agregó un artículo al acto legislativo para la paz que buscaba anexar a la Constitución los acuerdos que se alcancen con las FARC.

El texto aprobado por el Senado incluye ese artículo, acordado a mediados de mayo por los negociadores de paz de la guerrilla y el gobierno.

La reforma dará, entonces, a lo pactado en La Habana tratamiento de "acuerdo especial" en el marco del derecho internacional y lo incorporará íntegramente a la Constitución.

El gobierno de Santos ha prometido que lo estipulado en el acto legislativo para la paz solo entrará en vigencia tras una refrendación popular del acuerdo que se firme con las FARC, mediante un mecanismo que las partes aún tienen pendiente acordar.

El conflicto armado colombiano ha involucrado en más de 50 años a grupos irregulares de izquierda y de derecha y a agentes del Estado, dejando al menos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.