La crisis económica que atormenta a los hospitales colombianos y alcanzó al hospital La Misericordia de Calarcá, Quindío .
En el centro asistencial hubo una renuncia masiva del personal médico y administrativo por la demora en el pago de salarios y la falta de elementos de trabajo.
Andrea Duarte,una enfermera, sabía las dificultades económicas del hospital La Misericordia, pero eso no la desmotivó a atender a decenas de abuelos con cariño, por eso, la situación le causa dolor.
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“Ya ahora los calarqueños se quedaron sin salud. La gente que viene aquí es gente humilde. Son adultos mayores que necesitan de este hospital”, afirmó la enfermera Andrea Duarte.
La renuncia masiva llevó al cierre de varios servicios, solo está funcionando la sala urgencias y es que las EPS deben 12 mil millones de pesos en servicios, además, el Ministerio de Salud aún les adeuda las jornadas de vacunación.
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Conjuntamente, a eso se suma el rifirrafe entre el gerente del hospital, Bernardo Gutiérrez, y el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo.
“Expresamos un mensaje de solidaridad a todos los empleados y al personal, debido a las consecuencias vividas por esta difícil situación, producto de la desatención que, con el centro hospitalario, ha existido desde la gerencia”, declaró el gobernador Jaramillo.
"Los orgullos, los egos no han dejado que nos sentemos a hablar de lo que es verdaderamente esta institución. Simplemente se han sentado a criticar mis actos, pero nunca de una manera objetiva", manifestó el gerente del hospital La Misericordia.
Al final, los más perjudicados son son al menos 80 mil calarqueños que esperan que la situación financiera del hospital se redima para que continúe sirviéndoles.
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