En el año 2000, Gloria Amparo Garnica Páez, una humilde mujer colombiana que criaba con esfuerzo a su hijo se vio cercada por el destino, al punto, que debió entregarlo en adopción.
El menor, que entonces tenía seis años, terminó en el hogar de una familia italiana, que le proveyó de las comodidades y satisfacciones que su madre biológica no podía.
Los años pasaron, pero el recuerdo de estos dos seres, del uno por el otro, se mantuvo vigente. Apenas cumplió la mayoría de edad, Rafaelle Ragno, quien pasó de ser un humilde niño bogotano a un joven europeo, emprendió la tarea de volver a los brazos de la mujer que lo vio nacer.
No fue una tarea fácil. Las circunstancias nunca fueron fáciles para Gloria Garnica, quien terminó convertida en una habitante de la calle. Sin embargo, el amor filial fue más fuerte que los inconvenientes y Rafael cumplió su ilusión.
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El emotivo encuentro fue registrado por Noticias Caracol. En medio de la emoción, la mujer fue abrazada con fuerza y ternura por su hijo quien, en medio de las lágrimas, la levantó del sueño.
La mujer, dijo que el distanciamiento con su hijo no fue fácil y que tiene el corazón destrozado. No obstante, aseguró que el encuentro la dejó contenta "porque es un gran hombre".
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"Me siento orgullosa, es lo que menos pensaba en la vida. Papacito lindo, aplausos. Te amo, Dios me lo bendiga donde quiera que esté", dijo la mujer.
Por su parte, Rafaelle dijo: "nunca pensé que este momento podría llegar. Pero también como usted, oraba".
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