Allegados a la Gobernación, contratistas y directores de fundaciones serían responsables de la extravío de 700 millones de pesos.
Entre las irregularidades está la aparición de facturas por cien camarotes para los abuelos, cuando en realidad no existía el espacio para tener esta cantidad de camas, las cuales tampoco aparecen.
En otra investigación descubrieron reportes de funcionarios que supuestamente habían atendido a la población mayor, cuando en realidad ni siquiera habían llegado a Pereira.
Elementos de logística, terapéuticos y de alimentos solo existían en el papel.
Updated: mayo 17, 2017 01:52 p. m.