Jeison Osorio Parejo caminaba distraído por la calle y de repente encontró un cheque de gerencia listo para reclamar.
Para acceder a los diez millones de pesos tan solo debía diligenciar su cédula en el papel y acercarse a la entidad bancaria.
Sin embargo, a pesar de no tener un empleo fijo y llevar tan solo mil pesos en el bolsillo, decidió buscar a su dueño para devolverlo.
Por su acto de honestidad, el propietario del cheque decidió ofrecerle un empleo formal en un reconocido hotel de la ciudad como muestra de gratitud.
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Ahora Jeison no solo posee un trabajo, sino que superó una difícil prueba que le permitió continuar con su conciencia tranquila.
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