El acto se cumplió 12 años después de la desaparición y muerte de Álvaro Enrique Beleño Polo, a quien hicieron pasar como integrante de un grupo armado ilegal.
Por el crimen hay procesos penales y administrativos contra civiles y militares. Sin embargo, a Sindy Paola Nobles, esposa de la víctima, y su pequeño hijo les satisface que por fin el nombre de su ser amado haya sido limpiado.
"Se supo que había sido abatido en combate, como si fuera un delincuente, gracias a la ayuda de los abogados pudimos determinar que él no era un delincuente, que él fue víctima de un falso positivo", señaló Sindy Paola.
Álvaro Enrique Beleño fue en vida un humilde pescador en el Cesar, que para el tiempo de su desaparición tenía 25 años.
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"Él fue sacado de una cantina, el desapareció por muchos años, a mí me amenazaron las personas que se lo llevaron, me hicieron ir del pueblo, pero la verdad se supo casi cinco años después", completó su esposa.
Por el hecho, el comandante del Batallón Especial Energético y Vial número 2, de la Jagua de Ibirico, pidió perdón a la familia de la víctima.
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“Acudimos a su comprensión. Reitero, no fue el Ejército quien los agredió, el comportamiento aislado de esta persona, que no era un verdadero soldado, nos agredió a todos, a ustedes, a la institución. En su corazón perdónennos al Ejército colombiano”, fueron las palabras del coronel César Fabián Flórez.
El evento solemne se hizo por orden del Juzgado Primero Administrativo de Valledupar, que condenó al Ejército Nacional y al Ministerio de Defensa por la ejecución extrajudicial del pescador de 25 años.
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