La extorsión en Barranquilla está llegando a límites insospechados. Los criminales ahora le dejan celulares a sus víctimas para que respondan de inmediato al llamado de las extorsiones. Muchos tenderos cerraron sus negocios ante la posibilidad de ser asesinados.
Son celulares de baja gama que están dejando los delincuentes en las tiendas de algunos sectores de la ciudad.
“Nos dejan teléfonos en las tiendas. Después nos hacen llamadas extorsivas, nos amenazan de muerte, nos amenazan de que tenemos que pagar cierta suma de dinero o nos van a hacer daño”, dice una víctima de estas extorsiones.
Una vez entregan el celular, empieza el acoso a las víctimas por medio de llamadas y de manera presencial también.
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“Comienzan a llamar y si uno no les contesta vienen y amenazan que hay que contestarlo y pagar inmediatamente lo que ellos piden”, añade la víctima.
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Según la unión de comerciantes, más del cincuenta por ciento de las 9.500 tiendas que hay en Barranquilla y su área metropolitana están siendo extorsionadas, pero el 80 por ciento de los afectados no denuncia.
“Se han cerrado más de 50 tiendas por este flagelo de la extorsión cortar. Aquí ha habido muertos ha habido heridos, un sinnúmero de heridos, un sinnúmero de atentados a los establecimientos de comercio con disparos a altas horas de la noche”, dice Orlando Jiménez, vicepresidente de Undeco.
El Gaula de la Policía mantiene presencia en los sectores más críticos.
Los afectados denuncian que los celulares deben devolverlos a los extorsionistas con el dinero exigido.
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