Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La discusión frente la producción y comercialización del pez basa en Colombia es tan vigente como la de los hipopótamos en el Magdalena medio o el pez león en el archipiélago de San Andrés y Providencia. Este animal, proveniente de Asia, ha sido visto en varios del país.
Omar Guarín, presidente de la Confederación Mesa Nacional de Pesca Artesanal, afirma que han encontrado miles de estos animales invasores en las diferentes fuentes hídricas. Esto es particular, puesto que su producción en Colombia está prohibida por la autoridad nacional de acuicultura y pesca, pero la realidad es otra.
(Lea también: ¿Por qué animales y especies vegetales exóticas tienen en jaque el medio ambiente colombiano? )
Noticias Caracol tuvo acceso a uno de los criaderos ilegales del pez basa, un espécimen que puede medir más de un metro y pesar hasta 15 kilos en su estado natural. Fue introducido a Colombia desde Asia de manera no regulada hace más de 15 años y hoy formalizar su producción y comercialización es todo un tema de debate.
Publicidad
Los responsables del criadero, que prefirieron guardar su identidad por la ilegalidad del negocio, aseguran que su método de producción es seguro y que la laguna no conecta con fuentes de agua.
"Proponemos, de parte de los acuicultores, producirlos en espacios cerrados, generar todo un tema de trampas a la salida de los lagos para que se capture el animal y no haya fugas", explicó uno de los encargados del lugar.
Publicidad
Ellos defienden el negocio, puesto que señalan que este ayuda al sostenimiento diario de muchas familias.
José Alejandro Vargas, director ejecutivo de la Federación Nacional de Acuicultores, dijo que se estima que, anualmente, se producen entre 25 mil y 30 mil toneladas de pez basa, lo que se traduce entre 35 y 45 millones de individuos.
Según Vargas, esto beneficia a cerca de 60 mil familias, la mayoría pequeños, medianos y comunidades de acuicultores de subsistencia.
El dilema de esto viene en que, aunque muchos acuicultores aseguran que sus prácticas son responsables, pescadores artesanales y más de 100 miembros de la comunidad científica reportaron que, a julio de 2024, ya se reportaban 3.512 registros de capturas de individuos de pez basa en las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y Sinú.
Publicidad
Hernando García, director del Instituto Humboldt, enfatizó en que las capacidades adaptativas de este pez, que lo hacen tan exitoso para el sector acuícola, juegan en contra de los peces propios de Colombia.
"Cerca del 65 por de todas las especies de peces que tenemos en el Magdalena son únicas, no están en ningún otro río en el planeta. Varias de esas especies endémicas tienen comportamientos similares a los que tiene el pez basa, son también grandes bagres", explicó el experto.
Publicidad
Afirma que, por sus hábitos alimenticios, se considera como un depredador sin tope y su facilidad de adaptación a nuevos ambientes y potencial reproductivo son características asociadas a especies altamente invasoras.
Mientras que los pescadores artesanales exponen que formalizar el pez basa es injusto con la pesca artesanal y atente con la soberanía alimentaria del país, los acuícolas van en línea con la propuesta que actualmente cursa en el legislativo para impulsar esta propuesta.
Susana Muhamad, ministra de Ambiente, afirmó que "el efecto de que esta especie se reproduzca en los ríos naturales puede afectar 35 mil pescadores artesanales de la cuenca Magdalena-Cauca y 25 especies de consumo humano de las que ellas dependen, así como 16 especies ornamentales".
Con base en esto, el Ministerio considera que el pez basa se debe declarar como especie exótica con potencial invasor y trabajar con los productores en la reconversión productiva.
Publicidad
Aunque es una actividad ilegal, actualmente se produce en los siguientes 13 departamentos:
Entretanto, científicos e investigadores insisten en mirar hacia los peces nativos del territorio nacional, protegerlos y hacer uso sostenible de esos recursos.
"Debe haber un desarrollo mucho más profundo, pero ojo, porque es que la piscicultura basada en la introducción de especies, basada en especies con potencial invasor, es un deterioro en la salud de nuestros ecosistemas", explicó el director del Instituto Humboldt.
Publicidad
(Lea también:En Tuluá incautaron peces exóticos y no los sacrificaron como pasó con Atlantis
)