Foto: cortesía Zoológico de Cali
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, y la Policía Ambiental decomisaron peces de especies exóticas e invasivas, así como algunas nativas, que estaban siendo exhibidas y comercializadas en un establecimiento del municipio de Tuluá, norte del Valle del Cauca. Los propietarios del local no contaban con los documentos requeridos por las autoridades.
Decomisaron peces nativos como un pirarucú (Arapaima gigas), cuatro rayas del Amazonas (Potramotryon sp.), un temblón o anguila eléctrica (Electrophorus electricus). Además, especies exóticas como dos cuchillos africanos (Xenomistus niglis), dos peces dragón (Polupterus senegalus), tres basa (Pangasius hypophthalmus).
“La comercialización de estos peces puede generar desequilibrio en los ecosistemas del Valle del Cauca, en el momento en que se presenten fugas o se realicen liberaciones por parte de las personas que los adquirieron”, explicó la CVC.
Por lo anterior, la entidad procedió a gestionar un sitio que contara con la infraestructura adecuada para tener estas especies y no recurrir al sacrificio de las mismas. Los peces fueron trasladados al Zoológico de Cali.
Publicidad
“La CVC buscó al Zoológico de Cali como custodio de estos animales para darles otra alternativa y que pudieran cumplir un rol educativo o de investigación, dándoles la oportunidad de vivir. Fueron varios ejemplares que corresponden a cuatro especies, todas de agua dulce", informó Carlos Andrés Galvis, biólogo del Zoológico de Cali.
Señaló que "dos de ellas son nativas, es decir que habitan en Colombia, una es la anguila eléctrica y la otra son rayas de río. Las otras dos especies son exóticas, es decir, que habitan fuera del país, una se conoce como pez cuchillo payazo y es de los ríos de Asia, la otra es conocida como dragón africano, habita en África”.
Publicidad
[Vea también: Secretaría de Ambiente de Bogotá rescata 40 especies marinas en centro comercial]
A diferencia de lo sucedido en el centro comercial Atlantis de Bogotá, estos peces no fueron sacrificados, pues su tipo de especie no afectaría la biodiversidad y conservación de los ecosistemas. Así lo explicó el experto del Zoológico de Cali.
“La diferencia con el caso de los del Atlantis es que esos eran especies de agua salada, aunque ambos provienen de tráfico ilegal de fauna y las autoridades deben tomar acciones. Los animales incautados tienen tres salidas. La primera es que sean liberados, pero esto tiene que pasar por un proceso muy complejo y termina siendo complicado y riesgoso para el ecosistema. La segunda opción es el cautiverio, situación que se llevó a cabo en este caso, en el del Atlantis no se dio", dijo.
En ese sentido, Galvis indicó que la decisión tomada por la autoridad ambiental de la capital de la República es una opción que también existe y termina siendo al tercera salida.
[Vea también: Sacrifican a 40 peces exóticos incautados en Atlantis]
Al zoológico, los peces llegaron en buenas condiciones y están en una etapa de cuarentena. Luego de este periodo, serán incluidos en el acuario al que tiene acceso el público.
Publicidad
Sin embargo, el biólogo aseguró que estos peces que probablemente fueron extraídas de sus ambientes naturales, como otros cientos de animales, son víctimas del tráfico, delito que por las leyes no tan estrictas de Colombia, continúa siendo una alternativa para muchos.
“El tráfico ilegal de fauna en Colombia es un problema muy grande, después de las drogas y armas, es lo que mueve más dinero. Las leyes en Colombia no son tan estrictas, no tienen una regulación tan fuerte por lo que es muy alto este delito", sostuvo el especialista.
Publicidad
Agregó que las autoridades ambientales y centros de rescate constantemente están recibiendo especies producto del tráfico ilegal de fauna al punto que se torna muy complicado que todas puedan terminar en zoológicos. "Estos espacios manejan sus propias colecciones que se reproducen y mantienen, así que recibir estos animales resulta complejo por la tasa de decomisos tan alta”, concluyó.