Foto: Cortesía.
El putrefacto olor que comenzó a despedir un vehículo que llevaba tres días parqueado en una calle del barrio San Diego, centro oriente de Medellín, alertó a la comunidad quien llamó a la Policía.
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)
Una vez llegaron los forenses a las 9:40 de la mañana del pasado lunes, en medio de una multitud de curiosos, se supo que en su interior había un hombre envuelto en cobijas con cinco heridas con arma de fuego en la espalda, además de llevar atadas las manos con una soga que rodeaba su cuello.
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Las autoridades lograron establecer que se trataba de un hombre de 38 años que respondía al nombre de José Arcadio Orozco Zapata, comerciante y natural del municipio de Támesis.
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Según la compañera sentimental de la víctima, José Arcadio salió de su residencia el pasado día sábado y le manifestó que iba al barrio Niquitao a lavar el carro (donde fue hallado muerto), pero desde ese día no tenía noticias de él.
La mujer se dirigía a instaurar la denuncia a la Fiscalía cuando se enteró de que el cuerpo del hombre encontrado en San Diego correspondía a su pareja.
La pareja sentimental del hombre manifestó no tener conocimiento de amenazas en contra de José Arcadio.
Según el Informe Diario de Homicidios de la Alcaldía, la víctima presentaba antecedentes por incautación de celulares, inconsistencias en la marca del motor de una motocicleta, uso de documento falso, extorsión y usurpación de derechos de propiedad industrial.
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En el lugar de los hechos, las autoridades hallaron una cámara de seguridad de Metro Seguridad, la cual fue solicitada por las autoridades encargadas del caso.
Ante esta modalidad de homicidio, en la que se hallan cuerpos sin vida envueltos en bolsas o cobijas, con evidente signos de tortura, defensores de Derechos Humanos manifiestan que esto evidencia que sí existen las llamadas ‘casas de tortura’.
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Luis Fernando Quijano es uno de ellos, y señala que esto se debe a retaliaciones entre las mismas bandas.
Solo en el mes de julio pasado las autoridades hallaron en la ciudad cinco personas envueltas en bolsas, amarradas y torturadas. (Lea también: Horror en Aranjuez: arrojan a la calle cadáver de un hombre envuelto en bolsas)