Mientras las autoridades aseguran que se trata de problemas internos en la empresa prestadora del servicio, habitantes manifiestan que es debido al cobro de vacunas.
En los paraderos, en vez de los tradicionales microbuses verdes, hay vehículos particulares, que prestan el servicio hasta zonas de la comuna como Belencito, Santa Mónica, Villa Laura y el Corazón. El transporte informal es la única alternativa de miles de habitantes.
“No están llegando, las razones no las sabemos. Nos tocó trabajar de esta manera para allá arriba para que la gente no se quede varada”, expresó un ciudadano.
En la comuna se rumora que el cobro exagerado de extorsiones alargó el paro y por ahí derecho encareció el costo de vida de los habitantes.
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En las últimas horas se firmó un pacto simbólico entre más de 60 empresas para no pagar las vacunas. La policía ofrece acompañamiento a las rutas transportadoras, pero esta dificultad no ha podido superarse. La Secretaría de Movilidad busca soluciones.
“Si efectivamente si vemos que la empresa no esa prestando el servicio por razones ajenas a la que están aduciendo que es la de la seguridad, seguramente se iniciará con esas investigaciones y eso podrá dar sanciones de tipo económico”, indicó el secretario de ese despacho, Humberto Iglesias.
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