
Con libreta y lapicero en mano, el taxista Juan Carlos Espinosa comienza a escribir cada una de las novelas que piensa narrar, mientras espera que algún pasajero requiera de sus servicios.
“El trabajo ha mermado mucho, en ocasiones son dos o dos horas y media para coger un servicio, en estos espacios aprovecho en el carro y saco mi libreta”, relata Juan Carlos.
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El taxista cierra las ventanas del carro y se inspira en las historias que sus compañeros taxistas le cuentan para que él pueda recrearlas
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“Cojo los celulares, grabo dentro del taxi, recopilo información de algunos compañeros taxistas, ellos me cuentan sus historias y yo las narro, pongo la voz de locutor, me ayudo con música”, explica el innovador conductor.
Además, asegura que su gremio está muy estigmatizado y con estas historias pretende que la gente conozca un lado más humano de cada uno de los conductores, que por esta pandemia durante las noches se han visto más afectados.
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“Porque a través de ellas quiero que el público, en general el taxismo, sepa que detrás del volante hay un ser humano”, manifiesta.
Sus sueños se han transformado, quiere plasmar todas las historias en un libro y poder llegar a una emisora que le ayude a replicar su mensaje.
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