En una vieja silla de ruedas, venezolano recorrió 120 kilómetros entre San Cristóbal y Pamplona

A pesar de su paraplejia, emprendió camino para buscar atención médica y mejor vida en Colombia. Su hijo lo empujó y alentó. Una historia que rompe el corazón.
Se llama José Agustín López y ama con el alma a su país, pero sabe que para personas como él resulta imposible seguir viviendo allí. Por eso, decidió viajar en su silla desde San Cristóbal, capital del Estado de Táchira, hasta Pamplona, en Norte de Santander. Lleva tres días durmiendo mal.
“Vine a Colombia más que todo buscando mi medicación, buscando una silla de ruedas y buscando cualquier monedita para llevar a la casa y hacer mercado. Eso es lo único que le pido a mi Dios”, relata.
En su tierra, José era mensajero hasta que un accidente de tránsito lo postró en una silla de ruedas. La repentina quietud vino acompañada de escara, una enfermedad causada por la misma inmovilidad que no pudo tratarse por la crisis en los hospitales.
“Sueño con que Venezuela salga adelante, porque hay pobreza y hambre”, dice entre lágrimas.
Su hijo, Jefferson Alexis López, lo impulsa en esta maratónica tarea.
“Junto a mi padre, luchando. Allá vamos, chico, atravesando toda Colombia si es preciso”, sostiene.
Sin rendirse y pensando siempre en los que dejaron atrás, padre e hijo recorren las carreteras. En las últimas horas, una ambulancia los auxilió y los llevará a Bogotá.
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