Por aire y tierra, las Fuerzas Armadas vigilan la zona donde fue derribada por las FARC la torre de energía número 17 , el pasado domingo en Buenaventura. Hacia las 5:00 a.m. de este miércoles, contratistas y funcionarios de EPSA partieron a la zona afectada para iniciar los trabajos de reparación.
"Estamos en el sitio de la voladura de la torre, demostrando la seguridad que le podemos ofrecer a la empresa EPSA para que inicie sus trabajos", señaló general Henry Torres, comandante del grupo tarea conjunto de Occidente.
Varios artefactos explosivos sembrados alrededor de la estructura eléctrica, en la parte alta del municipio, fueron desactivados de manera controlada por las autoridades.
"Estábamos prevenidos porque sabíamos que de pronto iban haber explosiones, ya habían dicho que la zona estaba militarizada, el campo estaba minado", expresó Jorge Caicedo Jiménez, habitante vereda Llano Bajo.
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Ingenieros, técnicos y operarios atravesaron en lancha el río Anchicayá. Luego se internaron en la selva y recorrieron a pie una zona de difícil acceso por las condiciones climáticas, hasta llegar al sector donde se presentó el ataque a la estructura.
"Nosotros habilitamos provisionalmente la energía mientras hacemos la reparación y hacemos el segundo circuito", explicó Segundo Santuca, coordinador de la empresa contratista EPSA.
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Por su parte, los habitantes de Buenaventura solo esperan que el servicio de energía se restablezca. Aseguran que los alimentos se están dañando.
La voladura de la torre ha afectado a 500 mil personas. Por la falta de fluido eléctrico,las pérdidas para el comercio superan los $1700 millones.