Encontrar pescado es como hallar oro para Edgardo Camargo, por eso él se dio a la tarea de recuperar este santuario natural junto a otros guardabosques.
Más de 500 familias se organizaron hace siete años en 35 corregimientos de la ciénaga para contrarrestar problemas de contaminación y estancamientos de agua salada y dulce que causan alta mortandad de peces. .
Aunque muchos han desertado, otro de los que insiste es Eugenio Ariza, quien trata de enseñarles a las personas para que no arrojen basura.