“No hay derecho que él, por una simple naranja, le haya quitado la vida”, dijo Isabel Marina Arregocés, familiar de la víctima.
José David Cueto, el niño de 13 años víctima de la intolerancia, recibió un disparo en la cabeza. Pese a que alcanzó a ser trasladado a un centro asistencial en Barranquilla, no sobrevivió.
El menor, con algunos amiguitos, se bañaba en una ciénaga y por travesuras de la edad se subió por una pared a coger naranjas. Fue entonces, dicen testigos, cuando el dueño de la vivienda le disparó.
Updated: octubre 06, 2017 02:04 p. m.