El momento de desembarco de los pasajeros de un bus que viajó desde Bogotá hacia Cúcuta se salió de la rutina habitual que exigen los protocolos de bioseguridad para evitar contagios de COVID-19.
Personal de la empresa de transportes y de la terminal de la capital santandereana tuvieron que acudir al llamado de los usuarios y del conductor del automotor, pues uno de los viajeros no respondía al llamado para abandonar el vehículo.
Se trataba de un pasajero de nacionalidad venezolana, que sufría afecciones pulmonares y presentaba un cuadro de desnutrición. Llegó sin vida a la terminal de transportes de Cúcuta.
“Cuando van a bajar los pasajeros, todo mundo tiene que desocupar el bus y quedar vacío; el señor no se movía, estaba muerto. Dicen que venía acompañado de su pareja”, explicó uno de los trabajadores.
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En un comunicado, la Secretaría de Salud de Cúcuta señaló que “se trata de una persona de nacionalidad venezolana que vivía en Bogotá hace dos años junto a su familiar. Padecía una patología de base complicada, además de desnutrición”.
“La terminal de transporte tiene montadas las medidas de bioseguridad las 24 horas, tamizando al pasajero ya sea de origen nacional o departamental”, indicó José Villota, gerente de la terminal de Cúcuta.
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En los próximos días, en la estación de buses se instalarán lavamanos portátiles como medida de bioseguridad.
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