La Fiscalía llamó a imputación de cargos al ex comandante del Ejército, el general Mario Montoya, por su presunta responsabilidad en la masacre de ocho campesinos de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2005, cuando un grupo aproximado de 60 paramilitares, al parecer, protegidos por la Brigada 17 del Ejército ingresaron a esta zona del Urabá antioqueño y asesinaros a estas personas, entre las que se encontraban tres menores de edad.
Igualmente, un juez ordenó la captura del general Henry William Torres Escalante quien tras ser notificado se entregó de manera voluntaria a la Fiscalía.
Torres Escalante se desempeñó como comandante del Comando Conjunto del SurOccidente y también de la Quinta División de Ejército. Según la Fiscalía, habría sido responsable de la muerte de Daniel Torres y su hijo Roque Julio Torres, asesinados en marzo de 2007 en una finca del municipio de Aguazul (Casanare), justo cuando el oficial se desempeñaba como comandante de la Brigada 16.
En ambos casos los generales en retiro deberán responder por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir.
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